El 75% del planeta Tierra está cubierto por agua, de la cual sólo aproximadamente un 3% es dulce y apta para el consumo humano, aunque parte de ella está congelada en los glaciares e icebergs. Este recurso es esencial para la supervivencia de los seres vivos por lo que su cuidado y conservación es de vital importancia.
Los seres humanos dependen del agua para la mayoría de sus actividades y necesidades diarias, desde hidratarse y alimentarse, hasta bañarse. Pero además, el agua contribuye a regular el clima de la Tierra conservando temperaturas adecuadas. En su estado gaseoso sirve para limpiar la atmósfera de contaminantes y deshacerse de los residuos.
Se calcula que actualmente más de mil millones de personas en el mundo no cuentan con acceso a agua potable y más de 2 mil millones mueren cada año a causa de enfermedades relacionadas con su falta de acceso. Las principales víctimas son niños que habitan en condiciones poco higiénicas y precarias, donde la escasez de agua es uno de los problemas más urgentes.
El agua contaminada es un factor de riesgo porque a través de ella se pueden transmitir enfermedades como hepatitis, cólera, malaria, dengue y diarreas, entre otras. Este es uno de los peligros a los que se expone el planeta en pocos tiempo si no se cuida este recurso. De hecho, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pronostica que para el año 2025, un 40% de la población mundial vivirá en una zona donde el agua será escasa y/o inaccesible.
Por eso es importante realizar acciones cotidianas que permitan cuidarla: revisar pérdidas en las canillas, disminuir los tiempos de uso en ducha y lavado de dientes, realizar cargas completas en el lavarropas o enjabonar los platos en una sola tanda antes de lavarlos.
Fuente: https://www.diariouno.com.ar/afondo/como-podemos-cuidar-el-agua-03112016_B1ZpLvSbHQ
Fecha de última revisión: 03/03/2020