La hepatitis C, causada por el virus del mismo nombre, es una enfermedad transmisible que compromete principalmente al hígado y que en la mayoría de los casos evoluciona a un cuadro persistente y crónico. En los casos en los que no se diagnostica ni se trata puede evolucionar hacia la cirrosis, que se manifiesta como una falla hepática. A su vez, la hepatitis C es una de las causas más importante de cáncer de hígado. En los últimos años se han desarrollado fármacos que pueden curar la infección en la mayoría de los casos, lo que ha cambiado drásticamente el curso habitual de esta enfermedad.
Epidemiología. Prevalencia de infección por VHC
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que en todo el mundo hay 71 millones de personas con infección crónica provocada por el virus de la hepatitis C (VHC). Muchas de ellas desarrollarán cirrosis o cáncer de hígado, por lo que se estiman alrededor de 400.000 muerte anuales por esta causa.
A nivel mundial, la hepatitis C es prevalente en la mayoría de los países, siendo las más afectadas las zonas del Mediterráneo Oriental y Europa, con un 2,3% y 1,5% de prevalencia respectivamente. Según el país, la infección por el VHC puede agruparse en algunas poblaciones (por ejemplo, entre los consumidores de drogas inyectables), y/o en la población en general. Las estimaciones obtenidas indican que en el mundo hubo 1,75 millones de nuevas infecciones por VHC en 2015 (23,7 por 100.000 personas). Para la Argentina, según diferentes estudios, se estima una prevalencia de 1%.
El virus de la hepatitis C presenta diferencias genéticas en sus diversas cepas circulantes, que hacen que se lo clasifique en varios genotipos (los más frecuentes van del 1 al 6). La distribución de los genotipos es variable en cada región, y tiene implicancia clínica, sobre todo para el tratamiento.
Debe estimarse que las personas con hepatitis virales no resueltas (carga viral detectable) sean el 80% de la prevalencia mencionada. Asimismo es importante mencionar que se considera que menos del 20% de los pacientes está diagnosticado. Este desconocimiento del diagnóstico es algo común a la hepatitis crónicas por VHC, y es uno de los principales factores que contribuye a la persistencia de nuevos casos, mas allá de las consecuencias para el paciente infectado, quien puede progresar a cuadros graves, como la falla hepática o el cáncer de hígado.
En la Argentina, al igual que en otros países, los nuevos casos de VHC datan de fines del siglo XX y se encuentran asociados a intervenciones médicas. Sin embargo, el número de personas infectadas se incrementa año tras año y dado que la infección
progresa en aquellos que no son diagnosticados y en quienes no reciben el tratamiento especifico, se prevé que el impacto de esta enfermedad también aumentará en todo el planeta.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud. Nota descriptiva. Hepatitis C. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-c
Respuesta a las hepatitis virales. Plan Estratégico Nacional 2018-2021. Secretaría de Gobierno de Salud. Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Dirección de SIDA y hepatitis virales. Disponible en: http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000001400cnt-2019-01_respuesta-hepatitis-virales.pdf